Estimados madres y padres:
Como ya os habrán dicho
vuestros hijos e hijas, en la clase de 2ºB, como en las demás clases del centro,
hemos colocado un simbólico termómetro de recogida de donativos con el fin de aportar
nuestro granito de arena a la tragedia acontecida en el país de Nepal, como
bien es sabido.
¿Por qué os escribo?
Aunque no soy muy dado a
pedir dinero porque reconozco que, el que más o el que menos tiene también sus
problemillas económicos, creo que hay momentos y momentos, y éste creo que es
importante.
Importante porque
estaremos ayudando a un pueblo masacrado por un fenómeno natural devastador; un
pueblo donde las víctimas ascienden casi a las 10.000 personas y los heridos
ronda un número similar.
Es la ONU quien nos manda
un mensaje de alerta sobre lo que acontece:
1,4 millones de personas
necesitan ayuda alimentaria y 1,3 millones de niños requieren auxilio urgente.
La destrucción y el
déficit de recursos han provocado una crisis humanitaria que se
traduce en 9,5 millones de personas (un cuarto de la población de Nepal) con
necesidad de asistencia humanitaria y 2,8 millones de desplazados internos.
Por ello ruego,
encarecidamente, un gesto hacia ellos.
Como seguidor y amigo de Jesús, acabo con parte de su mensaje de amor y solidaridad:
“Porque tuve hambre, y me disteis de
comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis
a mí.” (Mt 25, 35-36)
Gracias de corazón.
David
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